Un migrante venezolano radicado actualmente en la ciudad de Lima, Perú, donde se dedicaba a vender pollo a la broaster, mató con un destornillador a un cliente que se rehusó a pagar un plato. La víctima falleció a pesar de que los testigos del hecho intentaron salvarle la vida. El responsable fue capturado y espera su juicio.
Fuentes policiales precisaron que la víctima podría haber estado bajo los efectos de alguna sustancia cuando llegó a su trabajo. Otra hipótesis es que la víctima no estaba de acuerdo con el precio que le cobraba el venezolano, por lo que se negó a pagar los cinco soles.
Fuente: Al Navío