El rechazo de la población a las operaciones mineras en Asunción Mita, Guatemala ha reabierto el debate sobre la necesidad de acuerdos entre Guatemala y El Salvador para garantizar la preservación de las aguas compartidas entre ambas naciones y que alimentan al lago Güija y al río Lempa, en El Salvador.
Algunos ambientalistas salvadoreños instaron a la alcaldía de Asunción Mita y al presidente de ese país, Alejandro Giammattei, a respetar el rechazo a la instalación de operaciones a cielo abierto en la mina Cerro Blanco que, advierten, contaminaría el río Lempa. El domingo 18 de septiembre, más de 8 mil 500 personas rechazaron el proyecto en una consulta municipal.