El fiscal de Teherán, Ali Salehi, anunció que la Justicia iraní está procesando a 315 personas por su participación en las protestas desatadas tras la muerte de Mahsa Amini. Las acusaciones son por «intención de actuar contra la seguridad del país», «propaganda contra el sistema” y «perturbación del orden público”, informó la agencia de noticias Mizan, del Poder Judicial.
«Cuatro alborotadores fueron inculpados bajo la acusación de moharebeh (‘enemigo de Dios’ en persa)», un cargo que conlleva la pena de muerte, añadió Ali Salehi. También se les acusa de haber «utilizado un arma para aterrorizar a la sociedad y al pueblo, herido agentes de seguridad, incendiado y destruido bienes públicos».
Fuente: EFE