Las huelgas en las refinerías francesas continúan y se intensifican cada vez más pese a las advertencias del Gobierno, y al desabastecimiento de combustible en muchas gasolineras. Los conductores explican que cuando encuentran una gasolinera abierta tienen que esperar durante horas, y no pueden comprar más de una determinada cantidad de combustible.
Además de provocar una gran frustración, los franceses se preguntan sobre el impacto que esta huelga puede tener en los servicios esenciales y en la economía. Tres de las seis refinerías francesas están paradas, y la huelga ha provocado la reducción de la capacidad de producción del 60%. El Gobierno francés insiste en que la situación está bajo control, que sólo el 20% de las gasolineras están afectadas.
Fuente: Euronews