No resulta fácil para los pakistaníes reintegrarse a sus actividades diarias cuando más de 1.200 personas han muerto y hay cerca de 6.000 heridos. Una tercera parte de Pakistán tiene sus infraestructuras está seriamente afectadas. Las organizaciones humanitarias están preocupadas, puesto que, las inundaciones afectan a una población muy frágil en términos alimentarios, ya antes de la catástrofe.
A principios de 2022 había 4,6 millones de personas en fases elevadas de inseguridad alimentaria y a mediados de año ya se acercaban a los 5,9 millones. En la actualidad, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados utiliza reservas de ayuda para socorrer a la población pakistaní que inicialmente tenían como destino a los refugiados afganos.
Fuente: El Debate