La prolongada ola de calor y la sequía en algunas zonas del centro de China, han provocado la suspensión de las actividades laborales en numerosas fábricas. Los dueños de estas empresas han paralizado su funcionamiento por el aumento de la demanda de energía y una producción incapaz de asumirla, con amenazas de cortes en zonas residenciales.
Los bajos niveles de los ríos y los pantanos, de los que depende el suministro energético local, llevaron a la provincia central de Sichuan a decretar la suspensión temporal de la producción en las fábricas de 19 de sus 21 ciudades. Esto traerá graves consecuencias en la economía de este país.
Fuente: El Debate – Pegaísima 91.7 FM – José Estevan Ruiz