El reino animal está lleno de sorpresas que desafían nuestra comprensión, y algunas de sus habilidades y hábitos son tan extraños que parecen sacados de la ficción. ¿Sabías que las palomas pueden ser expertas en arte, que los delfines duermen a medias o que un caracol puede tomar una siesta que dura más que una carrera universitaria?
La ciencia ha demostrado que las palomas tienen una capacidad de discriminación visual asombrosa. En un estudio, estas aves fueron entrenadas para distinguir entre cuadros del artista impresionista Claude Monet y del cubista Pablo Picasso. Con el tiempo, las palomas aprendieron a diferenciar el estilo de cada pintor y a identificar nuevas obras que nunca antes habían visto, lo que sugiere que su cerebro puede procesar conceptos abstractos y artísticos, un hecho que nos obliga a reconsiderar su inteligencia.
En el océano, los delfines nos demuestran una curiosa forma de supervivencia. Estos mamíferos marinos, a diferencia de los humanos, duermen con solo la mitad de su cerebro activa a la vez. Mientras un hemisferio descansa, el otro permanece despierto y alerta, controlando la respiración y vigilando la presencia de depredadores. Este sueño con «un solo ojo abierto» les permite estar seguros incluso mientras recuperan energías.
Y si creías que dormir mucho era una habilidad humana, el caracol lleva el arte del descanso a un nivel completamente nuevo. Estos pequeños moluscos pueden entrar en un estado de hibernación o estivación que puede durar hasta tres años en condiciones ambientales desfavorables. Durante este tiempo, sellan la entrada de su caparazón con una sustancia mucosa para conservar la humedad, demostrando una increíble capacidad de adaptación a su entorno.
Fuente: Pegaísima 91.7FM- Daimal Gómez Pasante de UBV