Michael Jackson es sin duda alguna uno de los artistas más icónicos de la historia de la música pop. Su legado sigue siendo tan relevante en la actualidad como en la década de 1980, desde que empezó a conquistar el mundo con su espectacular arte.
Uno de los motivos por los que nadie ha podido siquiera acercarse a la figura de Jackson es su capacidad de innovar y revolucionar la música en cada uno de sus álbumes. Michael siempre buscó un sonido propio, una forma de expresión única que lo diferenciara del resto de los artistas de la época. Basta escuchar canciones como Billie Jean o Thriller para entender de lo que se está hablando.
Otro de los factores que ha hecho que Michael Jackson sea tan especial es su habilidad para transmitir emociones. Sus canciones son profundamente emotivas, contienen mensajes universales que llegan al corazón de cualquiera que las escuche. Además, su puesta en escena es espectacular, él era el protagonista absoluto de cada uno de sus shows. Nadie ha sido capaz de fusionar la música, la danza y el teatro como lo hizo Jackson.
A lo largo de su carrera, ha vendido más de 350 millones de discos en todo el mundo. Él ha dejado una huella imborrable en la historia de la música y ha sido uno de los embajadores más destacados de la cultura pop en todo el mundo. Su magnetismo, carisma y su presencia escénica eran innatas.
Por último, otro de los motivos por los que nadie ha logrado destronar, es su capacidad de fusionar diferentes géneros musicales. Jackson es una de las figuras que logró mezclar el rock, el pop, el soul y el funk en una sola canción, y hacer que todos funcionen de manera armoniosa, logrando un resultado único y sin igual.
Fuente: Revista Ronda