2 de diciembre de 2024
Península de Paraguaná, Estado Falcón Venezuela
Tendencias

El sobrepeso emocional un enemigo al acecho

El sobrepeso emocional es tan común como el sobrepeso causado por una mala alimentación. Incluso, ambos son igual de peligrosos porque ponen en riesgo la salud física y mental de quien lo padece.

Aunque cuando se habla de sobrepeso emocional tiene que ver mucho más con el bienestar, ya que está asociado al estado de ánimo, los sentimientos y las emociones.

¿Qué es el sobrepeso emocional?

Puede estar relacionado directamente con la adicción a la comida y el desencadenante son las emociones, pensamientos y creencias.

No obstante, este término se puede aplicar al sobrepeso emocional que en nada tiene que ver con el sobrepeso físico; es decir, es una carga emocional que llevamos a cuesta. Son pensamientos y sentimientos que pueden llegar a ser tan importantes como lo que se come.

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Causas

Tal como acotamos, éste no depende únicamente de lo que se come, sino de sentimientos, pensamientos y emociones, las cuales pueden aumentar la posibilidad de comer en exceso.

Según los expertos, generalmente, son cuatro las principales emociones que pueden ocasionar el sobrepeso emocional; ansiedad, tristeza, estrés y soledad.

Además, entre las cosas que pueden provocar el sobrepeso emocional se encuentran:

– Todas las cosas que callas, aún y cuando estás o no de acuerdo.

– Actuar para agradar a los demás, sin importar que ello no vaya con tus principios, por ejemplo.

– Responsabilidades que no te corresponden, tanto en lo personal, como en lo profesional.

– Lo que otros esperan que hagas.

– Vivir de la melancolía.

¿Puedo combatir el sobrepeso emocional?

Si, para ello es necesario conocerse a sí mismo, y aprender a controlar sus emociones y sentimientos. Además, es fundamental aprender a transformar los pensamientos negativos o limitantes en pensamientos positivos, y fortalecer la autoestima.

También debes aprender a ser agradecido, organizarte y hasta establecer prioridades y decir no cuando sea necesario.

Finalmente, una persona que sabe lo que quiere, no permite que otros lo juzguen o le impongan cosas que a la larga se convierten en cargas o ese peso extra a nivel emocional.

Con información de 2001