El gobierno de Joe Biden dijo el lunes que levantará una serie de restricciones a Cuba impuestas durante la era Trump, facilitando procedimientos de inmigración, transferencias de dinero y vuelos a la isla, una decisión saludada por el gobierno de La Habana.
El anuncio de Washington es el resultado de una revisión de la política hacia La Habana, que había sido prometida por Biden al llegar a la Casa Blanca en enero de 2021, pero comenzó a tomar forma tras las históricas protestas que sacudieron a Cuba en julio pasado.
«Con estas medidas pretendemos apoyar las aspiraciones de libertad y mayores oportunidades económicas de los cubanos para que puedan llevar una vida exitosa en su hogar», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado.
El gobierno de Biden dijo que restablecerá el programa CFRP, suspendido desde 2017 y que permite que ciudadanos y residentes estadounidenses soliciten que sus familiares en Cuba se reúnan con ellos en Estados Unidos se través de canales regulares de migración.
También prometió aumentar la capacidad de procesamiento de solicitudes de visa en La Habana, mientras sigue tramitando la mayoría de visas de inmigrantes para cubanos en Guyana.
La embajada estadounidense en Cuba redujo su personal al mínimo en septiembre de 2017, cuando el republicano Donald Trump argumentó que hubo misteriosos incidentes de salud, descritos como ataques sónicos, que afectaron a sus diplomáticos en 2016 y 2017.
La administración de Biden tambien dijo el lunes que eliminará el límite actual de remesas familiares de 1.000 dólares por trimestre para el par emisor-receptor y que autorizará las remesas no familiares para apoyar «a los empresarios cubanos independientes».
El Departamento de Estado especificó, sin embargo, que estos flujos financieros no deben «enriquecer» a personas o entidades que violen los derechos humanos.
Las transferencias formales de dinero a Cuba, sostén para muchas familias y clave para la economía cubana, fueron limitadas por Trump para evitar que el gobierno comunista cubano se beneficiara como intermediario.
El gobierno de Biden aumentará además el número de vuelos entre Estados Unidos y la isla, autorizando conexiones a otras ciudades además de La Habana. Y autorizará determinados viajes en grupo actualmente prohibidos. Sin embargo, aclaró que no se reinstaurarán los viajes individuales.
«La política de la administración (Biden) hacia Cuba sigue centrándose ante todo en el apoyo al pueblo cubano, incluidos sus derechos humanos y su bienestar político y económico», señaló Price.
«Seguimos pidiendo al gobierno cubano que libere de inmediato a los presos políticos, que respete las libertades fundamentales del pueblo cubano y que permita que el pueblo cubano determine su propio futuro», agregó.
«Paso limitado»
Cuba calificó de «paso limitado en la dirección correcta» la flexibilización de algunas medidas restrictivas, pero resaltó que esto «no modifica» el embargo vigente desde 1962.
«La decisión no modifica el bloqueo, la inclusión fraudulenta en lista de países patrocinadores del terrorismo, ni la mayoría de medidas coercitivas de máxima presión de Trump que aún afectan al pueblo cubano», dijo en Twitter el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
El «contenido del anuncio confirma que no han cambiado ni los objetivos, ni los principales instrumentos de la política fracasada de Estados Unidos contra Cuba», agregó.
Trump endureció el embargo económico que Estados Unidos aplica desde 1962 a Cuba con el fin de forzar un cambio de régimen, revirtiendo la apertura a la isla propiciada por su antecesor, el demócrata Barack Obama (2009-2017).
Biden, ex vicepresidente de Obama, sorprendió a muchos observadores al mantener en gran medida las medidas de Trump.
El tema de las relaciones con Cuba es políticamente candente en Estados Unidos, que alberga una gran comunidad de inmigrantes de origen cubano, en particular en el sur de Florida. Y no solamente desde filas republicanas.
«El anuncio de hoy corre el riesgo de enviar el mensaje equivocado a las personas equivocadas en el momento equivocado y por las razones equivocadas», criticó de inmediato el influyente senador Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y miembro del Partido Demócrata de Biden.
Menéndez denunció que el gobierno de Miguel Díaz-Canel «continúa su persecución despiadada de innumerables cubanos» por participar en las protestas de julio, y descartó que aumentar los viajes a Cuba «engendrará democracia» en la isla, bajo un régimen de partido único, el Comunista, desde la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
Las manifestaciones de julio de 2021 en unas 50 ciudades de la isla, ocurridas en medio de la peor crisis económica en Cuba en décadas, dejaron un muerto, decenas de heridos y más de 1.300 detenidos, según la organización de derechos humanos Cubalex, basada en Miami.
Fuente: France 24