El amor propio hace alusión al autocuidado y a esa relación que se tiene consigo mismo. Es decir, cómo la persona respeta su escala de valores y hasta cómo construye sus pensamientos, conductas y actitudes.
En otras palabras, esto tiene que ver con la aceptación de si mismo y la autoestima.
¿Qué es el amor propio?
Es la aceptación de los sentimientos que cada persona tiene de sí misma, hacia su físico, personalidad, carácter, actitudes y comportamientos.
Según los expertos, el amor propio es un ingrediente muy importante para gozar de bienestar psicológico, bienestar emocional y resiliencia.
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Cabe acotar que, contrario a lo que muchos piensan, el amor propio no tiene nada que ver con el narcisismo, el orgullo, el ego, la soberbia o la vanidad; se trata de la capacidad de valorar lo que haces, lo que eres, tus habilidades y la estima que tienes sobre ti mismo.
¿Cómo aumentarlo?
Aumentar el amor propio es posible, ya que esta es una acción que se empieza a cultivar desde el nacimiento y que durante la infancia se va desarrollando en el entorno familiar sano.
En este sentido, se puede decir que es el aprendizaje más importante que da pie a formar personas autosuficientes, y que a lo largo de la vida se puede seguir cultivando.
¿Es esto posible? Si, para hacerlo es necesario:
– Aprender a perdonarse a sí mismo.
– Entender que hay cosas que no se pueden controlar.
– Cuidar la salud física y mental, para ello se debe comer de manera saludable, beber abundante agua, disfrutar de la naturaleza y evitar ambientes tóxicos.
– Realizar una actividad física diariamente (caminar, trotar, montar bicicleta o nadar.
– Escuchar música.
– Rodéate de gente positiva.
– Permítete un descanso reparador, decir no cuando sea necesario y hacerte cumplidos una vez al día.
– Sé empático y tolerante contigo mismo.
Fuente: 2001