A la espera de la llegada del papa este miércoles, una marea de jóvenes peregrinos de todo el mundo asistieron este martes en Lisboa a la misa inaugural de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que podría llegar a congregar a un millón de católicos hasta el domingo.
«Lisboa os acoge de todo corazón», proclamó el cardenal-patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, desde el enorme escenario instalado en un parque ante miles de fieles ansiosos por participar en la mayor reunión católica internacional. La afluencia se intensificará con el arribo del papa argentino durante la mañana.